martes, 22 de mayo de 2012

Capitulo 1


Aquí esta el primer capitulo, espero que os guste:)

Sigue leyendo después del salto


Un rayo de luz entra por la ventana y me da directamente en la cara, solo me falta eso para levantarme con el sueño tan ligero que tengo últimamente.
Durante los pocos minutos entre el sueño y la vigilia no recuerdo que día es hoy. Luego la verdad me viene como un golpe a la cara y tardo unos instantes en salir de la cama. Mi padre ya se ha despertado, en su trabajo no se descansa ni en días como este, el es de los pocos médicos del distrito 7. Imagino que al ser el distrito de tala habrá bastantes heridas de hachas mal conducidas.
Me acerco a él y le doy un beso.
-Hola, Clare- me saluda.- Te has levantado muy pronto, sabes que hoy no tienes que ir al taller.
-Lo sé, pero me ha dado el sol y me he acordado que James nos pidió a Katie y a mí a que le ayudáramos con las ramas altas.
Mi padre me mira con ternura y me da un beso en la frente.
-Corre que el turno está a punto de empezar, pero no llegues demasiado tarde que mamá tiene que ayudar a Flyes a vestirse, yo os veré ya allí.
-Vale, adiós.
Salgo corriendo de casa pensando en la mala noche que ha pasado hoy Flyes, es mi hermano pequeño, tiene 13 años y es su segunda Cosecha. Tengo que decir que tenemos suerte, somos de las pocas familias que no se ven obligados a coger teselas, por lo que mi hermano solo tiene dos y yo cinco.
Como en todas las Cosechas, la gente mantiene las ventanas y las puertas cerradas de par en par hasta el medio día; pidiendo por favor a que sus hijos o familiares no salgan en la dichosa selección. Por suerte para nosotros, al ser del distrito 7, tenemos un poco de práctica con armas, aunque sean hachas; nuestros tributos, los masculinos normalmente, suelen durar varios días en el Estadio. Bueno eso, o no salen del baño de sangre de la Cornucopia… Solo recuerdo a Johanna Mason como tributo femenina victoriosa de nuestro distrito, su táctica fue buena, pero ella me  causa pavor.
Con estos pensamientos me acerco a la parte de la valla que tienen abierta para los trabajadores del aserradero. Veo a Katie y a James en la puerta esperando, automáticamente mi rostro se ilumina al verle. Los dos se giran al verme y me sonríen.

 Mi mente vaga hasta el día en el que le conocí hace cuatro años ya…
Por ese entonces yo tenía doce años y conocía a Katie desde los 5. Era nuestra primera cosecha y estábamos muy nerviosas. El padre de Katie nos pidió que le ayudáramos con las ramas altas de los arboles, normalmente al talarlos dañan mucho la calidad de la madera, al ser más ágil que Katie subí hasta la copa y me senté en una de las ramas. Al mirar hacia abajo vi que ella y su padre habían ido a por unas escaleras y que, en su lugar había un chico moreno mirándome.
-¡Muy bien, chica lista!- me dijo rascándose la cabeza- ¿cómo piensas talar las ramas, con las manos?
¡Uch! Se me había olvidado la sierra; lentamente me fui bajando pero a mitad del árbol mi pie resbalo en un trozo de resina y caí tres metros antes de poder agarrarme a una rama. Con la respiración acelerada escuche como el chico moreno me preguntaba.
-¿Estás bien?
- Si, un trozo de resina.- respondí. Al mirar abajo vi que todavía me quedaban cuatro metros hasta llegar al suelo, por lo que no podía saltar.
Un zumbido en la parte derecha del árbol hizo que mis instintos gritarán.
-¡Oye!- grite al chico- ¿Sabes si han fumigado este árbol?
Usualmente todos los árboles están plagados de nidos de rastresvispulas, lo que hacía que mi vida peligrara si me topaba con uno antes de haber sido fumigado.
-No lo sé- dijo el chico después de un rato.- ¿Qué pasa?
Gire mi cabeza hacia al zumbido, en efecto, era un nido bien grande.
-Tengo un problema.- dije- Hay un nido de rastresvispulas, y la rama es demasiado frágil para moverme por ella.
Busque una rama y tras encontrarla me balanceé para llegar a ella; llegué sin ningún problema, pero al parecer desperté a todas las rastresvispulas que empezaron a agitarse en su nido. No había ninguna rama a la que amarrarse, y no era muy buena bajando por el tronco…
-¡Clare!- gritó Katie llegando en ese momento- ¡Salta!
-¡Esta muy alto, loca!- grité desesperada.
-¡Clare!- gritó el chico- ¡Salta! Yo te cogeré.
-Pero… Y si….- dudé.
-Confía en mí, yo te cogeré; ¡venga!- dijo él- Una… Dos… ¡Tres!
Me solté de la rama antes de que las rastresvispulas llegaran a mí y caí justo en los brazos del chico, el  cual me agarro fuerte. Katie sonrió y se acerco a mí.
-¡Clare! Veo que acabas de conocer a mi hermano mayor, James.
A partir de ese momento nos hicimos prácticamente inseparables. Un año después, la amistad  pasó a ser algo más, algo muy raro que ocurre entre los adolescentes de Panem por culpa de los Juegos del Hambre, empezamos a salir juntos y… Hasta el día de hoy, tres años de relación y cada día estoy más enamorada de él.

El abrazo de Katie me sacó de mis ensoñaciones.
-Hoy siento que la suerte va a estar de nuestra parte, ¿vosotros no lo creéis?
Esa es nuestra Katie, positiva hasta en días como hoy, su pelo moreno me hace cosquillas en la cara mientras me encuentro con los ojos verdes de James por encima del hombro de ella.
-¡Hala, Katie! Ya has tenido bastante Clare para todo el día-  dice James mientras la aparta de mí y me abraza.
Su cuerpo me reconforta lo suficiente como para sonreír, no solo me preocupa que yo o mi hermano salgamos en la Cosecha, tambien tengo miedo que salgan ellos elegidos. Lo miro desde abajo, aun siendo yo bastante alta él me sigue sacando una cabeza, me encuentro con sus labios y, como pasa siempre, me inhibo del mundo excepto de él.
Ellos no tienen tanta suerte, tienen a otro hermano pequeño de 12, su padre trabaja en el aserradero y el dinero no es suficiente; para más mala suerte su madre murió hace cuatro años dejando a Katie como ama de casa y sin poder hacer mucho más. James se había visto obligado a ponerse a trabajar y a coger 4 teselas anuales aparte de la obligatoria; actualmente ya recoge las 30 papeletas. Si seguían así Katie iba a tener que hacer lo mismo, y no me gustaría nada que los dos tuvieran tantas posibilidades de salir.
Katie se mete en medio nuestra y nos mira con el ceño fruncido.
-¡A trabajar tortolitos!- dice alegremente dejando ver una sonrisa.
Entramos dentro y nos ponemos a trabajar, tras todos estos años ayudándole con las ramas Katie y yo sabemos diferenciar fácilmente cada tipo de árbol, baya y fruto que se encuentra en ellos.
Trabajamos rápido y silenciosamente, hoy hay poco tiempo y muchos árboles. Fumigamos, subimos, cortamos, bajamos, vuelven a cortar… Antes de darnos cuenta ya hemos acabado con los arboles de James y todavía nos sobra un poco de tiempo antes de tener que ir a arreglarnos.

5 comentarios:

  1. Hola Marina! me acabo de leer el capitulo de Los juegos de Clare y ya estoy deseando leerme el segundo!! Me gusta mucho la idea que has tenido, y espero no tardar mucho en poder continuar con la historia. Sigue asi!

    ResponderEliminar
  2. Hola!

    Me he leído el capítulo y me gusta mucho. Si te digo la verdad todo lo relacionado con LJDH me gusta. Sigue asi. Porcierto, en mi blog he hecho una reseña sobre LJDH ¿quieres leerla? es http://crayssbooks.blogspot.com.es/2012/04/los-juegos-del-hambre.html

    1 beso de chocolate!

    ResponderEliminar
  3. Hola Marina, me he leido el capítulo y me ha gustado mucho, aunque tu foto de Peeta es muy buena, te puedo hacer una pregunta, ¿tu no salías en otro blog escribiendo criticas o escribiendo otra novela? La verdad que me hecho ahora mismo tu fan porque en esta saga tiene que estar muy bien asi solo me quedan 7 capítulos, ¡MUCHA SUERTE CON EL BLOG!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Pues a ver, yo tuve otro blog con una amiga hace a lo mejor un año sobre opiniones nuestras de pelis, libros, actores, cantantes etc. Lo hicimos para un trabajo de clase, aunque me asombraría que te refirieras a ese jajaja por lo demás no, no he salido en ningun blog más

      Eliminar