Capitulo 3

Aquí está el tercer capitulo, es un poquito corto, lo siento. Pero espero que os guste!!



Esto es una pesadilla, tiene que serlo; Katie, a mi lado, me agarra la mano tan fuerte que tengo ganas de gritarle que me hace daño, pero no, no lo haré, porque es la única señal que me dice que esto me está pasando y que el pasillo que se está creando es para mí, y no para otra Clare Leeaves que tenga la suerte de compartir mi nombre. Trago dos veces y le doy un apretón a la mano de Katie antes de soltarla y encaminarme hacia el escenario. En seguida cuatro Agentes de la Paz me escoltan hasta las escaleras, las cuales subo pesarosa; y siento la calculadora mirada de Johanna sobre mí, ¿es que esa mujer lo analiza todo desde el minuto 0?, me coloco al lado de Alanna y miro a la multitud.

Conozco bastantes caras, he hablado con la mayoría de ellos y veo como me miran: con pena, con alivio, con tristeza… Miro las caras de Katie y James, con absoluta confianza en mí. Bueno, creo que nada puede salir peor hoy…

Alanna se dirige alegremente hacia la urna de los chicos y rebusca un poco más, hasta encontrar una papeleta que le gusta. Se acerca al micrófono con una sonrisa de niña pequeña, ¡disfrutará con esto, y todo! Abre el papel y lo lee para sí misma. Pueden ser tantos chicos contra los que me toque competir, seguro que mi cara refleja toda esa inseguridad, creo que haberme recogido el pelo de la cara no ha sido muy buena idea… Seguro que querrán matarme en cuanto vean las repeticiones.

-¡James Darkforest!

Mis ojos se abren, mis labios se convierten en una fina línea rosa, mis manos se clavan las uñas para no desmallarse en el mismo escenario y ahora maldigo haberme recogido el pelo. Obligo a mi mente reiniciarse y a hacerse varias preguntas: ¿Respiro? Si, no estoy en el suelo todavía. ¿He dicho que nada podía salir peor hoy? Por supuesto, esta opción ni se me había pasado por la cabeza. ¿Suerte? ¡¿Qué narices es eso?!

Oigo inhalaciones, suspiros y murmullos a mí alrededor; claro, todos nos conocían, son tres años juntos y no nos escondemos. Miro a James, el cual tiene una cara impasible, pero sé que está afectado, los chicos empiezan a hacerle pasillo para que suba, veo a Robbie a su lado más impactado que ningún otro. Sus ojos se dirigen al suelo mientras anda, y los míos se dirigen a Katie, la cual está siendo sujetada por Rebecca, llorando silenciosamente e intercalando miradas entre su hermano y yo. James termina de subir las  escaleras y huelo su familiar aroma cuando pasa por mi lado. Esto no es una broma, hemos sido elegidos los dos, en unos juegos donde solo gana uno.